Esta dieta saltó a la fama luego de la publicación de un estudio realizado en los años 50, en cuyas conclusiones estaba que la tasa de mortalidad por dolencias cardiovasculares de los cretenses es mucho más baja que en los demás países occidentales. La razón: su alimentación.
Para emular la Dieta Cretense es obligatorio reducir las grasas y los azúcares. En segundo lugar, lo más importante es saber elegir los alimentos: la cantidad no importa demasiado; no es necesario pesar lo que comes.

Este menú basado en la alimentación sana cuenta con frutas y verduras frescas o secas, cereales, pocas grasas animales y aceite de oliva, que constituye la fuente principal de lípidos. Este régimen incluye pescado, carne blanca y huevos varias veces por semana, así como queso fresco de cabra y de oveja.
Alimentos permitidos en la dieta cretense
- Reemplaza la mantequilla y la margarina por aceites ricos en ácidos grasos monoinsaturados que reducen la tasa de colesterol como el aceite de oliva, de colza o de soja.
- Reemplaza el azúcar por miel.
- Sustituye la carne roja, rica en ácidos grasos saturados, por carne de ave o conejo.
- Si puedes, sustituye los productos lácteos a base de leche de vaca por quesos de cabra y de oveja, yogures desnatados y leche desnatada.
- Fruta fresca, cocida o seca (400 g al día).
- Verduras frescas y poco cocidas, lechuga, leguminosas y cereales, pan integral o con levadura.
- Pescado, como mínimo tres veces por semana, más bien pescado graso.
- 1 o 2 vasos de vino tinto al día, para los polifenoles.
- Hierbas aromáticas frescas, que son buenas para la salud y agradables para degustar.
Menú de la Dieta Cretense
Desayuno: pan de cereales y miel, yogur de oveja, fruta fresca y nueces.
Comida: ensalada de tomates y queso feta, garbanzos, arroz salvaje y verduras, pera a la canela.
Cena: ensalada de endivias y nueces, sardinas, verduras, pan integral y un vaso de vino.
Resultados
Está científicamente probado que las personas que han seguido este régimen durante 18 meses han perdido más peso que las personas que han seguido un régimen adelgazante clásico y pobre en grasas.
La dieta cretense además de ser excepcional para la salud, también lo es para el paladar. No te impide ir al restaurante.
Esta dieta está aconsejada para todas aquellas personas que quieran sentirse mejor a la vez que luchan contra el envejecimiento y la obesidad.
Está adaptado para perder peso porque su ración calórica es baja y la repartición de alimentos equilibrada.
Este régimen debe hacerse a largo plazo, ya que al principio hay que reestructurar los hábitos diarios para poder perder peso a continuación.
Sólo se trata de adquirir unos hábitos que antes no tenías.